Los riñones son pieza fundamental en el cuerpo humano puesto que funcionan como depurador, al eliminar el exceso de sal, potasio, acidez e incluso agua de la sangre.
Sin embargo, hay ocasiones en que la sangre acumula grandes cantidades de estas sustancias, lo que ocasiona que los riñones no puedan depurarlo y con ello se formen cálculos renales, o también conocidos como piedras.
Algunas de estas piedras pueden ser de diversos tamaños desde un grano de arena, hasta una pelota de golf.
Es importante que ante cualquier signo de alarma acudas a tu médico, puesto que especialistas señalan que, incluso, algunos medicamentos originan la formación de estas piedras en el riñón.
Tienes que tener en cuenta que los cálculos renales en la mayoría de las veces no presentan síntomas hasta que se mueve por el riñón o pasan por los conductos del riñón y la vejiga.
En este caso, si una de las piedras queda atorada en estos conductos, puedes presentar estos síntomas:
Es muy importante que no te automediques si presentas varios de estos síntomas es importante que acudas al hospital a que te cheque un médico y valore tu situación.
Algunas ocasiones se forman cálculos renales muy grandes, que es imposible expulsarlos por la orina, en este caso, el paciente se tiene que someter a una intervención quirúrgica.
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