Ahorro… Incómoda palabra que nos remite a privarnos de ciertos privilegios. No te los prives, solo armonízalos con Kakeibo, una disciplina oriental que te permite llevar unas finanzas sanas. El término en japonés significa “libro de cuentas para el ahorro doméstico”.
El plan, a grandes rasgos, se traduce en que realices lo siguiente:
Lleva un registro detallado de todo lo que entra y sale cada mes de tu cuenta bancaria. Clasifica categorías: alimentos, transporte, ropa, etc. Esto ayudará a tener una visión clara del ingreso, del egreso y en qué se van los gastos hormiga.
A partir de allí controlar el dinero y a inicio de cada mes fincar metas de ahorro realistas; determina cuánto, cómo, dónde y en qué momento. No es lo que te sobre, sino que destines una cantidad específica. Este ejercicio te motivará a llevar puntualmente un registro y de buscar maneras de recortar gastos innecesarios; quizás el café de las mañanas o el taxi por salir corriendo, tú sabrás incluso de esos pastelitos para picar por la tarde.
Del ingreso, anota un presupuesto detallado; montos específicos para comida, escuela, transporte, etc. La planificación inspira a distribuir ingresos y evitar gastos innecesarios.
Reflexión Kakeibo. Esta disciplina te invita a que al final de cada mes reflexiones y recalibres en torno a tus finanzas y el modo en que administras. Y si hay “hoyos”, enmendar y trabajar para solucionarlo.
El método Kakeibo se basa, sobre todo, en la autodisciplina y conciencia financiera de cada quien, que este buen hábito sea parte esencial del día, que se normalice como una práctica imprescindible. Ostentar una mentalidad consciente del dinero; cómo llega y como se diluye, te ofrecerá la pauta para que ese ahorro te ayude en momentos inesperados o para lograr pronto tu libertad financiera.
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